En su silencio 

Bruxa en O Porriño ©Galmier Zemog  O Porriño, 2019

No hay paisajes hermosos, ni playas; ha caído como una losa la rutina que cada día se hace menos llevadera.


El paseo, entre ancianos y niños por la calle peatonal, la cervecita de tarde en tarde, la misma retahíla día tras día, ¡dale que dale! y, detrás, la ingenuidad, la ternura, esa bondad que se denota tras su risa.


Un día cualquiera sin más motivación que la de sorprenderte, ha dicho, y también dijo, por haber encontrado esperanza, amor y alegría... y, también porque no quiere que le quiten el pensamiento ni la mente despierta... o, porque quería que cada día de nuestro mañana fuese el motivo de nuestro ayer...


Cuántos viajes de aquí para allá, en autobús y andando, ¿Duro verdad?, tan duro como que la rutina rompa un hechizo y deje todo parado, como si de pronto se fuera la luz, el sonido, el aire y el sentimiento. Y ¿ahora qué?


Se escucha, se percibe que algo dice, como siempre sin pronunciar nada, en su silencio.


Y cuando todo parece acabado, resurge como un volcán enfurecido lleno de energía, a quién nada importa si a alguien pueda herir, e irrumpe en cualquier sitio, pone y dispone a su antojo como si todo fuera suyo. El genio de amor le ciega y no disimula su timidez porque ahora mismo, su exterior está por dentro y vemos su fuero interno, casi toda su alma estremecida de enojo.


Porque no hay puertas en el campo, ni tampoco las hay en la mar, ¿como puede haberlas en los sentimientos? y si la vida está llena de ruidos y clamores vagos, de pronto impera su calma y de nuevo se le escucha, se percibe que algo sigue diciendo, como siempre, en su silencio. ©Galmier Zemog Vigo, 2022 

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