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¿Libertario o Anarquista?


3 DE DICIEMBRE DE 2012 • PEDRO PABLO BAZÁN

Dice el profesor Carlos Taibo, en el debate posterior a una conferencia sobre decrecimiento que ofreció en Xixón este mes de noviembre, que él se define como libertario pero no como anarquista. El formato de la conferencia no me dio derecho a réplica y me quedé yo con el gusanillo…

¿A qué se refiere Taibo con libertario y por qué siempre rehúye el término anarquista?

Libertario es un adjetivo utilizado por primera vez por los “librepensadores”, que así se definían, de finales de la Ilustración (William Belsham en particular) refiriéndose a aquellos que creen en el libre albedrío, por lo que transmite Taibo en sus escritos y conferencias no creo que se encuentre entre ellos.

Tampoco creo que se refiera al sentido que dan los estadounidenses al vocablo libertario: aquellos que defienden la libertad individual en lo social y la propiedad privada en lo económico, que ha acabado derivando en lo que hoy se conoce como anarco-capitalismo.

¿Se referirá quizás definiéndose como libertario pero no anarquista a aquellos que como el profesor Chomsky (compañero de viaje del anarquismo según él mismo) ven a corto plazo en el aumento del Estado el camino hacia un mundo sin él? Éstos últimos no pueden definirse como libertarios o anarquistas sino como reformistas y el profesor Taibo defiende, a mi entender, tesis revolucionarias no simples “apaños”.

Puede que el profesor Taibo se refiera a la aparición del término ‘libertario’ como sinónimo de ‘anarquista’ en la Francia de finales del siglo XIX, a partir de la lois scélérates (leyes perversas) que censuraban y prohibían cualquier publicación o acto relacionado con el vocablo anarquista, por lo que los anarquistas franceses pasaron a autodenominarse libertarios como forma de burla a la censura del Estado.

Quizás Taibo se refiera al anarquismo individualista, con poca presencia histórica en nuestro país pero que yo no recuerdo se definiera como libertario en contraposición a anarquista.

En España, durante el siglo XIX, el anarquismo nace, principalmente, ligado al incipiente movimiento obrero, es Fanelli el que, enviado por Bakunin, difunde las ideas de la Internacional mezcladas con las de la Alianza, por lo que en un principio no se puede diferenciar claramente entre internacionalistas y aliancistas en la Península (Portugal incluida); es a partir del III Congreso de la Federación Regional Española en Córdoba (1872-1873) que los internacionalistas españoles se declaran antiautoritarios, vocablo que fue sustituido poco a poco por el de anarquistas o libertarios, éste último por influencia francesa.

Durante los siglos XX y XXI las palabras libertario y anarquista han sido, por lo general, sinónimos en el Estado español, significando para los que las usaban exactamente lo mismo, pudiendo sustituir una por otra, así organizaciones específicas anarquistas como la FAI (Federación Anarquista Ibérica) o las JJLL (Juventudes Libertarias) han formado parte junto con la CNT (Confederación Nacional del Trabajo; sindicato anarcosindicalista, es decir, de orientación anarquista por sus principios, tácticas y finalidades) del denominado Movimiento Libertario (no me quiero olvidar de las agrupaciones de Mujeres Libres, menospreciadas en muchas ocasiones por el resto de organizaciones integrantes del movimiento); por lo tanto se puede decir que se han usado indiferentemente los términos anarquista y libertario durante mucho tiempo.

El Movimiento Libertario español, influido por Kropotkin y su concepción comunista frente a la colectivista de Bakunin, se definió como comunista libertario (en contraposición con el comunismo marxista o autoritario) y usa el término como sinónimo de anarco-comunismo.

Habla el profesor Taibo en alguno de sus artículos que prefiere el término libertario a la palabra anarquista por el carácter dogmático de ésta última, niego yo tal carácter. Si hay dogmas, que los hay, es deber del propio anarquista acabar con ellos, es la práctica del anarquismo la que acaba con ellos. Tampoco se puede ceder al juego del poder burgués que trata (y consigue la mayoría de las veces) desvirtuar lo que significa la palabra anarquía, anarquista etc. haciéndolas parecer sinónimos de caos, violencia, etc. justo lo contrario de lo que representan, no olvidemos que el símbolo que los anarquistas suelen usar es una A (anarquía que significa ausencia de autoridad) dentro de una O (orden) es decir, orden sin autoridad, organización sin coacción, justo lo contrario de lo que hacen los que vilipendian tan altos términos.

Cabe ahora mencionar el periodo que abarca desde finales de los años 60 hasta hoy, donde distintas corrientes libertarias, antiautoritarias, anarquistas, situacionistas, autónomas, consejistas, etc., se entremezclan, rompen antiguos dogmas, abren nuevos caminos, se enfrentan ante el pasado y entre ellas, etc.; la influencia del mayo francés es grande y sospecho que aquí cabría situar al profesor Taibo…

Hablando de Mayo del 68, Taibo lo cita como origen de la palabra autogestión, término que sí que pudiera empezar a usarse en ciertos ambientes a partir de esa época para describir ideas, formas de organización etc. pero que ya había sido puestos en práctica por los libertarios (y con éxito como el mismo Taibo reconoce) no sólo en Cataluña o Aragón, ejemplos clásicos que se citan casi como únicos, sino también aquí desde donde escribo: en Xixón, donde la industria fue colectivizada, la pesca también, el dinero dejo de tener valor, se acabó con el paro obrero mediante medidas puestas en marcha por el Comité de Guerra de Xixón, encabezado por el cenetista y faísta Avelino González Mallada; hasta el excelentísimo señor presidente de la II República, señor Azaña, se quejaba de que en Xixón era imposible pagar un café o una comida, pues todo estaba organizado a espaldas del Estado republicano y sin dinero.

No me quiero desviar más de la pregunta con la que titulo este artículo, ¿libertario o anarquista? Para mí da igual, en la práctica significan lo mismo.

Carlos Taibo ha publicado un libro titulado Libertarios que no he tenido todavía el gusto de leer; prometo hacerme pronto con él, quizás disipe ahí mis dudas.

Espero verle más por aquí profesor, siempre es un placer oírle.

((http://www.glayiu.org/libertario-o-anarquista.html)



Libertarismo: 

Izquierda o Derecha y Libertarismo de izquierda


LIBERALISMO: IZQUIERDA O DERECHA Y LIBERTARISMO DE IZQUIERDA 

Agosto 10, 2012 · por Oscar Rosales · en Uncategorized

Por: Oscar Rosales K.

En primer lugar, hay que hacerse un par de preguntas: ¿Por qué derecha? ¿Por qué izquierda? Pero para responderlas hay que borrar todo lo que nosotros creemos que significan ambos lados. Después de esto, se podrán dar cuenta que no hay forma de elegir entre una opción u otra sin saber qué y por qué significa cada una lo que es.

Esta separación en el eje de izquierda y derecha viene desde la Revolución Francesa, donde en la asamblea aquellos que querían conservar la monarquía se sentaron a la derecha del rey y los revolucionarios a la izquierda. Como es obvio, los liberales no estuvieron a la derecha, sino que se sentaron junto con los socialistas a la izquierda. El liberalismo estuvo representado por Frederic Bastiat y Alexis de Tocqueville.

Como podrán apreciar, en los orígenes del eje, el liberalismo estuvo ubicado a la izquierda en clara oposición al conservadurismo y a la monarquía. Sin embargo, cabe preguntarse ¿Por qué ahora es que muchos lo entienden a la derecha?

Hay que señalar que el actual movimiento libertario se desarrolló en EE.UU. lugar donde se reunieron varios de los más grandes e influyentes pensadores liberales del los últimos tiempos (Lv Mises, F.A Hayek, M. N. Rothbard, Ayn Rand, Robert Nozick, etc) y que para entender este cambio en el espectro político es necesaria hacer una revisión de la historia estadounidense.

Después de la Revolución Industrial y con el asenso del socialismo que estaba en su apogeo, muchos liberales sinceros como el propio Rothbard creyeron que el lugar del liberalismo era la derecha, pues como el socialismo reclamaba para sí el otro lado no dudaron en calificarse incluso como de “extrema derecha”. ¿Y en ese tiempo no habían mercantilistas y conservadores a la derecha? No, los liberales justamente se fueron a ese lado del espectro pues encontraron bastantes similitudes con la Old’s right o la antigua derecha norteamericana que era muy por-mercado, anti guerra y pro-estado mínimo. Hoy Ron Paul es el más grande representante de lo que se entiende por Old’s right.

Con el tiempo, la antigua derecha norteamericana fue volcándose cada vez más hacia lugares anti-liberales y empezaron a defender cosas como las regulaciones económicas y el imperialismo. Ante esta nueva disyuntiva los libertarios quedaron a la deriva, pues vieron que sus antiguos aliados se habían convertido en antagonistas de su credo y era hora de romper lazos.

Para entender este cambio en el eje cabe citar a Rothbard:

“Hace veinte años, yo era un republicano de extrema derecha, un joven y solitario “neandertal” (como solían llamarnos los liberales) que creía, como decía mordazmente un amigo, que “el senador Taft se había vendido a los socialistas”. Hoy es más probable que se me califique como extremista de izquierdas, ya que estoy a favor de una retirada inmediata de Vietnam, denuncio el imperialismo de EEUU, defiendo el Black Power y me acabo a afiliar al nuevo Partido de la Paz y la Libertad. ¡Y aún así mis opiniones políticas básicas no han cambiado lo más mínimo en estas dos décadas!” [1]

Como verán, si queremos ser objetivos lo correcto no es decir “hay dos derechas: una liberal y otra mercantilista”, sino que histórica y etimológicamente lo real sería decir “hay dos izquierdas: una liberal y la otra socialista”.

No obstante, yo soy de los que creen que el liberalismo debería diferenciarse de ambos lados ya que no hay duda que, así como el socialismo nos “ganó” la izquierda, el mercantilismo ya caló como “la derecha”.

“La posición radical-revolucionaria es el libertarismo, y su forma socioeconómica es el capitalismo laissez-faire. El libertarismo es rechazado por la izquierda moderna(New Letf [2]) -que predica el individualismo, pero practica el colectivismo. El capitalismo es rechazado por la derecha moderna -que predica la empresa, pero practica el proteccionismo.” Karl Hess

Libertarismo de izquierda

Hay un grupo de libertarios que se han posicionado fervientemente al lado izquierdo desde tiempos remotos como Benjamin Tucker y Voltairine de Cleyre. Ambos son representantes del anarcoindividualismo estadounidense (el primer movimiento libertario en palabras de SEK3[3]) y mutualistas en el plano económico. Tucker se identificaba a sí mismo como un socialista, pero su socialismo era marcadamente diferente del de Marx, era individualista y libertario[4]. A lo que se refería Tucker cuando hablaba de socialismo no era de la ideología colectivista que se entiende hoy en día, sino que en aquel tiempo socialismo no era más que la etiqueta que se le asignaba a quien estuviera en contra del capitalismo de Estado o corporativista -cosa que repugna a cualquier liberal coherente-[5] Como verán Benjamin Tucker y el primer movimiento libertario se posicionaron a la izquierda pues se oponían al mercantilismo y defendían toda eliminación de los monopolios económico. Empero, este primer movimiento libertario era mutualista, no se había desarrollado la Escuela Austríaca de economía ni el anarcocapitalismo.

Por otro lado, hay una parte del los pertenecientes al movimiento libertario moderno que también se declaran marcadamente como izquierdistas, left-rothbardians y son los agoristas. Los agoristas son un grupo de anarcocapitalistas quienes descreen de la actividad política y prefieren un método contra-económico (desarrollo de mercados negros, insumisión fiscal, etc.) para acabar con el Estado. Ahora viene la pregunta: ¿Por qué se consideran de izquierdas?

Samuel Konkin cuando propuso el agorismo como tal afirmó que su pensamiento estaba a la izquierda pues concluyó que los términos izquierda y derecha significaban revolucionarios y conservadores respectivamente. Konkin decía que el agorismo no era más que una forma revolucionaria de anarcocapitalismo y que sus ideas eran la evolución lógica de las de Murray Rothbard.

Finalmente, la explicación de que haya “libertarios de izquierda” es muy sencilla, desde los tiempos de Tucker hubo palabras como socialismo (identificado siempre a la izquierda) que significaban oposición al actual régimen mercantilista y llamados a la acción directa[6], cosa que Konkin recogió para posicionar a los agoristas dentro del espectro político. Así lo podemos ver expresado en palabras del propio Karl Hess (Querida América):

“Mi visión de la política es que se mueve en una línea recta en vez de moverse en un círculo. La línea recta se extiende desde el extremo derecho donde (históricamente) encontramos la monarquía, las dictaduras absolutas, y otras formas de gobierno autoritario. En el extremo derecho, la ley y el orden significan la ley del gobernante y el orden que sirve a los intereses del gobernante el cual, por lo general equivale al zumbido de los trabajadores, la sumisión de los estudiantes, la lealtad de los mayores, ya sea intimidados o totalmente adoctrinados y entrenados en esa lealtad. Tanto Joseph Stalin como Adolf Hitler presidieron regímenes de derecha, políticamente, a pesar de las trampas socialistas con que ambos adornaron sus regímenes…

La extrema izquierda, mientras más alejada esté de la derecha, representa, lógicamente, la tendencia opuesta y, de hecho, así ha sido a todo lo largo de la historia. La izquierda es el lado de la política y de la economía que se opone a la concentración del poder y de la riqueza y, por el contrario, aboga y trabaja por distribuir el poder en el máximo número de manos.“

[1] “Confesiones de un liberal (en EE.UU así se les dice a los socialdemócratas) de derechas”

http://mises.org/Community/blogs/euribe/archive/2011/04/17/confesiones-de-un-liberal-de-derechas.aspx

[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_Izquierda_(Estados_Unidos)

[3] Samuel Edward Konkin III pensador libertario padre del agorismo

[4] “Socialismo de Estado y anarquismo”. Ensayo donde Benjamin Tucker habla de los dos socialismos

http://www.liberallibertario.org/home/index.php/documentos/cat_view/54-lecturas-politica-economia-y-filosofia

[5]http://www.miseshispano.org/2011/12/la-izquierda-libertaria/

[6] Método político donde las personas no esperan a que se de una acción política formal, sino que tratan de lograr por ellos mismos sus objetivos. Aquí una explicación de Voltairine de Cleyre

http://lahaine.org/global/herramienta/accion_directa.htm

Anarquismo

(Según claseshistoria)

El término anarquismo es de origen griego y significa “sin autoridad ni poder”. Esta ideología, junto con el marxismo, constituye una de las corrientes del “socialismo”. Ambas, anarquismo y marxismo, coinciden en la crítica al capitalismo y en la necesidad de su eliminación, pero difieren radicalmente en cuanto a los métodos para conseguirlo. De hecho, a lo largo del siglo XIX ambos pensamientos se fueron alejando progresivamente, hasta convertirse en irreconciliables antagonistas.

El anarquismo estuvo muy influido por la idea roussoniana de que el individuo es bueno por naturaleza y es la sociedad (o el Estado y sus instituciones)quien destruye su felicidad.

Alcanzó su máxima influencia en el seno de sociedades escasamente industrializadas -España, Italia y Rusia-, en tanto que en países más avanzados tuvo mayor peso el marxismo. En España el anarcosindicalismo se materializó en la creación de organizaciones como la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) que jugaron un importante papel en el primer tercio del siglo XX.

Algunos sectores del anarquismo preconizaron la acción radical y violenta. Ello se concretó en atentados terroristas que reputaron en su día esta corriente de agresiva y salvaje.

La teoría anarquista

El pensamiento anarquista no es uniforme, sin embargo, sus defensores comparten algunas ideas afines:

El rechazo de cualquier tipo de autoridad -en especial la del Estado- y el repudio a cualquier forma de organización, sea de carácter partidista, administrativa o religiosa. Junto al rechazo a la autoridad preconiza la libertad individual.

Para los anarquistas el Estado capitalista constituye una estructura que posibilita la explotación de la clase obrera y por ello debe ser destruido. Rechaza tanto el juego político como la organización de partidos. El medio fundamental para eliminar al Estado es la huelga general, que permite arruinar a la burguesía.

La organización social ha de estructurarse de abajo arriba, partiendo de pequeñas comunidades autosuficientes y por libre decisión de sus miembros, expresada a través del sufragio universal, nunca por imposición.

La abolición de la propiedad, ya que ésta es considerada como un robo cuando se consigue sin trabajo. El derecho a la herencia (origen del status social) ha de eliminarse y sustituirse por la colectivización de los bienes.

La importancia de la educación. El hombre solo será libre cuando sea capaz de pensar por sí mismo y el mejor medio para conseguirlo es una esmerada instrucción.


Pensadores anarquistas

Tres figuras destacan en el pensamiento anarquista:

Pierre Joseph Proudhon 

Mijail Bakunin

P. Kropotkin


Pierre Joseph Proudhon (1809-1865) 

Su influencia se dejó sentir hasta la década de los años 60 del siglo XIX, a partir de la cual alcanzaron más relevancia las ideas de Bakunin y Kropotkin. Aunque muy relacionado con el grupo de los socialistas utópicos, de quien fue contemporáneo, se le considera el fundador del anarquismo; sus escritos son posteriores a 1848.

Criticó el juego parlamentario, sosteniendo que el sufragio universal es fácilmente manejable por la propaganda de los partidos burgueses.

Frente al Estado y la Ley preconizó la asociación de pequeños productores autónomos reunidos políticamente en una federación de comunas socialmente articuladas en torno al mutualismo y el cooperativismo.

Confió en la vía pacífica y en la ayuda mutua como formas de conseguir la liberación del hombre, siendo ajeno a los anarquistas que alentaron el uso de la violencia.

Bakunin (1814-1876)

Fue el primer teórico anarquista en presentar su pensamiento de una manera sistemática.

Propuso la colectivización (“anarco-colectivismo”) de los medios de producción (capital, tierra, industrias, etc), pero no así de los frutos que se obtienen de ellos. En esto difería de la postura más radical de Kropotkin quien sostenía que dichos frutos también debían ser de propiedad colectiva.

Según Bakunin, el Estado y otras instituciones como la Iglesia y elEjército han de ser reemplazados por una federación de comunas creadas de forma espontánea. Minimizó el papel de los partidos políticos revolucionarios como instrumento de transformación social e igualmente rechazó el juego político parlamentario.

Kropotkin (1842-1921)

Aristócrata ruso antizarista, estuvo muy influido por las ideas de Bakunin a quien apoyó en la Primera Internacional frente a Marx. Abogó por una sociedad sin Estado, donde el trabajo intelectual y manual no estuviesen separados y los hombres practicaran el apoyo mutuo, la libertad, la solidaridad y la justicia.

Kropotkin alentó la acción de los obreros por la vía sindical, no política, siendo representante del denominado “anarcosindicalismo”.

Como instrumento indispensable para cambiar la sociedad propuso la educación, aunque también ponderó la violencia para conseguirlo.


¿Qué es el libertarianismo?

por Martin Masse

¿En qué creen los libertarios? En pocas palabras, creen que la libertad individual es el valor fundamental que debe subyacer a todas las relaciones sociales, intercambios económicos y al sistema político. Creen que la cooperación voluntaria entre individuos en un mercado libre siempre es preferible a la coerción ejercida por el Estado. Creen que el rol del Estado no es perseguir fines en nombre de la comunidad – tales como distribuir la riqueza, "promover" la cultura, "apoyar" al sector agrícola, o "ayudar" a pequeñas empresas – sino el limitarse a si mismo a la protección de los derechos individuales y dejar que los ciudadanos persigan sus propios fines de un modo pacífico.

Los libertarios esencialmente predican la libertad en todos los campos, incluyendo el derecho a lo que uno quiera con su propio cuerpo mientras esto no infrinja la propiedad e igual libertad de otros. En este sentido, creen que la gente que quiere tomar drogas, ver pornografía, prostituirse o pagar por una prostituta, o comprometerse en cualquier clase de actividad sexual consensual, debería poder hacerlo sin ser importunada por la ley y asediada por la policía.

Sin embargo, como libertarios – esto es, tomando en cuenta sus preferencias personales – no abogan por un modo de vida libertino más que cualquier otro, y uno no debería confundir las dos palabras. Lo que ellos dicen es que a cada persona se le debe permitir elegir las creencias y el modo de vida que le es apropiada, ya sea ascetismo o libertinaje, moralismo religioso o relativismo moral. Los libertarios igualmente defenderán el derecho del libertino a vivir en el libertinaje tanto como el de los padres fundamentalistas religiosos a educar a sus hijos de acuerdo con sus muy estrictas creencias.

Los libertarios apoyan la igualdad formal de cada uno y de todos ante la ley, pero se preocupan poco sobre las desigualdades entre ricos y pobres, que son inevitables y que sólo pueden ser reducidas afectando la libertad personal y reduciendo la prosperidad general. Para ellos, el mejor modo de combatir la pobreza es garantizar un sistema de libre empresa y libre intercambio y permitir que las iniciativas de caridad privada vayan en rescate de los necesitados, las que son más efectivas y mejor justificadas moralmente que los programas estatales de transferencia de riqueza.

Los libertarios creen que el único modo de asegurar el mantenimiento de la libertad personal es garantizar la inviolabilidad de la propiedad privada y limitar lo más que se pueda el tamaño de gobierno y el espectro de sus intervenciones. No confían en el Estado – cuyos administradores proclaman actuar en el nombre de abstractos intereses colectivos – cuando se trata de proteger la libertad individual. Mientras de acuerdo a las ideologías colectivistas un orden social económico viable sólo puede ser impuesto y mantenido por el Estado, los académicos libertarios han mostrado por el contrario que es la acción descentralizada de individuos que persiguen sus propios fines en un mercado libre lo que hace posible crear y mantener este orden espontáneo, traer prosperidad y sostener la compleja civilización en la que vivimos.

Así, los libertarios rechazan el principal desarrollo político del siglo veinte, esto es, el sostenido crecimiento del tamaño del Estado y del rango de sus intervenciones en las vidas privadas de los ciudadanos (para tomar un ejemplo sorprendente, en 1926 los gastos públicos estatales equivalían a solo 15% del producto nacional bruto de Canadá, hoy es alrededor del 45%).


Libertarios vs. Conservadores

Dentro del marco político norteamericano del periodo posterior a la segunda guerra mundial los libertarios se aliaron con los conservadores en su lucha contra el comunismo y el socialismo. Por esto mucha gente tiende a confundir ambas filosofías y a ponerlas en el lado derecho del espectro político, siguiendo el confuso modelo de derecha vs. izquierda, que es ampliamente utilizado para categorizar ideologías políticas. Pero los libertarios se oponen a los conservadores en varios puntos, en particular en temas sociales (los conservadores frecuentemente tratan de imponer sus valores tradicionales sobre todos usando el poder coercitivo del Estado, por ejemplo cuando apoyan que las drogas y la prostitución sean ilegales o cuando abogan por la discriminación oficial contra homosexuales) y en temas relativos a la defensa y relaciones internacionales (los conservadores se inclinan apoyar el militarismo y las intervenciones imperialistas en el extranjero, mientras los libertarios abogan, cuando es posible, por el aislacionismo y la no intervención en conflictos externos).

De hecho los conservadores valoran la autoridad en sí misma no se oponen al poder estatal en base a principios, sólo lo hacen así cuando las metas estatales no son las mismas que las suyas. Por el contrario, los libertarios rechazan cualquier forma de intervención gubernamental. Muchos de ellos piensan que no se caracterizan como derechistas y que el espectro derecha-izquierda debería ser reemplazado por otra que colocaría a estatistas y autoritarios de izquierda y derecha en un lado y a los defensores de la libertad personal en el otro.

Así, los libertarios se oponen a las ideologías colectivistas de todo tipo, ya sean de izquierda o de derecha, que subrayan la primacía del grupo (nación, clase social, grupo sexual o étnico, comunidad religiosa o de lengua, etc.) cuyo propósito es reglamentar a los individuos en la prosecución de fines colectivos. No niegan la relevancia de estas identidades colectivas, pero proclaman que depende de cada individuo el determinar a que grupos desea pertenecer y contribuir, y no así del Estado y de las instituciones que derivan su poder del Estado que imponen sus propios objetivos de un modo burocrático y coercitivo.


Un Heredero del Liberalismo Clásico

A pesar de que permanece relativamente poco conocida y poco entendida hoy debido a la casi total sumisión de la vida intelectual occidental al pensamiento colectivista a lo largo del siglo veinte, la filosofía libertaria no es una rara filosofía marginal, propagada sólo por un pequeño grupo de utopistas desconectados de la realidad. Por el contrario, es heredero de la más importante escuela económica y política occidental de los últimos siglos, el liberalismo clásico, una filosofía elaborada por pensadores como John Locke y Adam Smith. Empezando en el siglo 17, son los liberales los que pelearon por una ampliacn de las libertades políticas, económicas y sociales contra el poder de los monarcas y los privilegios de los aristócratas. Los principios liberales están en las raíces de la constitución americana, y uno puede decir que los Estados Unidos tanto como Gran Bretaña y Canadá fueron largamente gobernados de un modo liberal a través del siglo 19 hasta inicios del siglo 20.

Entonces, ¿por qué no usar la palabra liberal en vez de libertario? Porque éste termino, precisamente desde principios del siglo 19, tomo nuevos sentidos que no son nada compatibles con la defensa de la libertad individual. En Gran Bretaña y Canadá, supuestos partidos liberales de hecho sólo son un poco más moderados que los socialistas admitidos en sus inclinaciones a usar el poder estatal y en su falta de respeto por los derechos individuales. Peor aún, en los Estados Unidos, un liberal es un izquierdista que aboga por la distribución de la riqueza, alguien que apoya un gobierno grande que interfiere en todo las vidas de las gentes, que trata de resolver todos los problemas reales o imaginarios con impuestos y gastos, y que crea programas burocráticos para cada causa buena; en breve, el liberalismo de hoy apunta a crear un estado tiránico que no duda en entrampar la libertad individual en nombre de una utopía colectivista inalcanzable. Este tipo de liberalismo to tiene nada que ver con el liberalismo clásico.

Los libertarios de hoy están inspirados por los primeros periodos del progreso liberal pero, después de un siglo durante el cual las ideologías colectivistas y totalitarias han dominado, se dan cuenta que el liberalismo clásico no era fuerte o suficientemente fundamentado como para detener la marea alta del estatismo. Son más coherentes o, algunos podrían decir, radicales que los liberales tradicionales en su defensa de la libertad personal y la libertad de mercado y en su oposición al poder estatal.


Un Movimiento Pluralista

Como todos los movimientos filosóficos el libertarianismo es variado, contiene varias escuelas y subgrupos, y uno no encontrará una unanimidad en sus justificaciones teóricas, sus fines como en la estrategia que debería adoptarse para alcanzarlos. En Norteamérica a la mayoría de los que se llaman a sí mismos libertarios les gustaría ver que el Estado vuelva a pocas funciones esenciales, en particular defensa, relaciones exteriores, justicia, la protección de la propiedad privada, los derechos individuales, y algunas otras responsabilidades menores. Todas las funciones restantes deberían ser privatizadas. En el contexto de un Estado federal muy descentralizado, los libertarios aceptan sin embargo que las autoridades locales (Estados constituyentes, provincias, regiones o municipios) pueden intervenir en otros campos y ofrecer varios tipos de arreglos económicos y sociales, en tanto que los ciudadanos insatisfechos fácilmente pueden moverse a otras jurisdicciones.

Algunos libertarios de la escuela "anarco-capitalista" abogan por la desaparición completa del Estado y la privatización inclusive de las funciones básicas anteriormente mencionadas. Esta meta puede parecer extrema o ridícula a primera vista, pero se basa en una argumentación teórica plausible. Por ejemplo es fácil imaginar que uno podría remplazar el Estado o los cuerpos de policía local (con la corrupción, los abusos de poder, la incompetencia y el favoritismo que usualmente los caracteriza, todo hecho frecuentemente con impunidad) con agencias de seguridad privada, que obtendrían ganancias sólo en la medida en la que realmente protejan a los ciudadanos y combatan a los verdaderos criminales. Los anarco-capitalistas usan el mismo tipo de argumentos para apoyar la privatización del ejército y las cortes lo cual no dejaría nada que hacer para el Estado. Las empresas privadas proveerían todos los servicios que los individuos podrían necesitar en un mercado libre puro.

En un contexto donde el gasto público ahora alcanza a casi la mitad de todo lo que es producido y en el que los gobiernos continúan adoptando ley tras ley para incrementar su control sobre nuestras vidas, una meta libertaria más realista es simplemente el revertir esta tendencia y pelear por cualquier avance práctico de la libertad y cualquier reducción concreta de la tiranía estatal.

Los libertarios son los únicos predispuestos a entrar en ésta lucha sin comprometer sus creencias. El hecho es que el actual debate ideológico sigue dominado por los estatistas, a pesar de las superficiales controversias políticas que atraen la atención de los medios.

Por un lado los defensores socialistas e izquierdistas de un crecimiento ilimitado en el tamaño del gobierno son una mayoría fuerte entre los lobbies que se alimentan ante el público en y a través de las universidades y los medios. La mayor parte de lo que pasa por periodismo o investigación académica muestra una completa falta de entendimiento de las reglas básicas de la economía de mercado. En el "centro" aquellos que proclamas ser "realistas" admiten que el Estado no puede continuar incrementando el margen de impuestos y crecer indefinidamente, pero ellos simplemente predican una reducción de este crecimiento. El orden establecido de los negocios por su parte estaría satisfecho con algunos cortes menores aquí y allá y algunos de sus miembros cuestionan la estructura corporativista del Estado. Para aquellos que están en la derecha que son descritos como "neoconservadores" radicales su meta propuesta es llevarnos de vuelta a donde estábamos hace veinte o treinta años cuando la tasa de gastos estatales en relación al PIB era del 5 a 10% menor, lo cual seria un paso en la dirección correcta pero difícilmente suficiente.

Uno también tiene que admitir que las llamadas "revoluciones conservadoras" de los últimos veinte años en Gran Bretaña, Canadá y los Estados Unidos realmente no han producido mayor cambio, a pesar de que se implementaron algunas útiles reformas económicas y cortes en los impuestos. Algunos programas y leyes fueron abolidos y el Estado todavía ocupa un lugar dominante en la vida económica y social. Es justo temer que los programas burocráticos empiecen a crecer otra vez ahora que los déficits presupuestarios han sido eliminados y los gobiernos tienen ingresos excedentes para gastar. 

Los libertarios son los únicos que demandan y trabajan por un cambio radical, una drástica reducción del tamaño y rol del Estado, los únicos que valoran la libertad individual sobre todas las cosas. Más y más gente se da cuenta que los libertarios constituyen la única alternativa. El movimiento libertario apenas existió en los sesentas y realmente despego en los Estados Unidos a inicios de los setentas. El Partido Libertario de los Estados Unidos, fundado en 1971, ahora es el tercero en importancia después de los Republicanos y los Demócratas. Allí donde las filosofías colectivistas y la economía keynesiana acostumbraban a dominar la vida académica, recientemente ha habido un renacimiento del interés por el liberalismo clásico y la economía de libre mercado en las universidades. Finalmente, hoy la filosofía libertaria puede ser encontrada en todo lado en la Internet y su influencia esta creciendo en todos los continentes. Así realistamente podemos esperar que un siglo después del eclipse del liberalismo clásico, su resurgimiento libertario una ves más llegara a ser una influyente doctrina y movimiento filosófico en el siglo veintiuno.

*Este artículo fue traducido por el Dr. Luis Tapia y editado en RETO (Revista Especializada de Análisis Político) en Marzo de 2001. RETO es publicada mensualmente en La Paz-Bolivia por el Grupo de Estudio de la Realidad Boliviana Chachapuma's (chachapumas@latinmail.com).

*Cet article a été traduit par le Dr. Luis Tapia et est paru dans le magazine RETO (Revista Especializada de Análisis Político) en mars 2001. RETO est publié mensuellement à La Paz en Bolivie par Grupo de Estudio de la Realidad Boliviana Chachapuma's (chachapumas@latinmail.com).

> Cinque attitudini libertarie essenziali

(http://www.quebecoislibre.org/)