Herba do formigo

Gato pensativo, fuxido de Allariz ©G.Z. Allariz, 2019

Te vas acostumbrando a ver ufano y feliz al rastrero romero, ingenuo, que se adaptó a esta tierra como un robusto jabalí dicharachero; supe, a pesar de tu desconfianza, desde sus primeros días, cuando llegó al terruño de afuera, que haríais amistad… recelosa estabas también conmigo <<ese urbanita presumido que juega a jardinero>>, oí que les decías a la Verónica y la Ortiga.


He podido ver, hace escasos días, en la distancia, a muchas de las amigotas que has ido presentándome en mis paseos por O Illó da Cantoña, bondadoso casal de ensueño… hablé con Potentilla, Silene, con Ruda y con Manzanilla… un montón de abejas acuciaban a la Caléndula, ella que tanto sufrió a su llegada al Lugar, para convertirse, ahora, en una de las preferidas, quizá por su sabroso néctar y por su seductor colorido… reconozco, no haber podido contener la emoción cuando la brisa movió aquel hermoso manto de follaje y pétalos, altiva la hierba del carpintero, bellísimas las margaritas blancas, la valeriana y la salvia… y tú, que lo estás siempre, dichosa seas, cualquier sitio te vale, ya entre piedras del muro viejo, dónde te he conocido, Herba do formigo.


Acelera mi corazón, sentir la vida a borbotones… al levantar una piedra, mover una hoja, soplar sobre una flor, todo es vida en su propio espacio, nada se esconde de sí… los sonidos, el tacto, la percepción térmica, los olores… la vida en nuestras manos… es como la definición de ser feliz, sentir que somos… con los pies en el suelo y en sueños. 

(Escucha en Pódcast)

Somos