...fue Uriel el arcángel 

Ahora, entendemos el por qué del encuentro de Yolanda Díaz con Francisco el Papa; ella, especialista en derecho laboral, conoce bien lo imprevisible que puede llegar a ser la gente que se mueve a tu lado día tras día; y también, lo complicado de fiarse de cualquiera, incluso de quienes con su catilinaria verborrea en el Congreso, sueltan, algunas veces, maravillas que confortan a la inocente audiencia, cual mariposas de colores que surcan el hemiciclo, llenándose de razón en una clara alocución hacia los muy suyos, aunque parezca que lo hacen hacia el total de los penitentes ciudadanos que, a la postre, nada les importan… aunque nos parezca lo contrario. Buscaba, sin duda alguna, Doña Yolanda, el buen agüero papal que la protegiera de posibles dificultades a la hora de la votación y hete ahí que, pudiera ser que el  pontífice recibiera un sanferminero mensaje en la profundidad de un reconfortante sueño y, moviendo influencias entre celestes seres convenció a Uriel el arcángel quién insufló, en un diputado popular, por unos breves instantes —los suficientes—, el fuego de la verdad.

Por un momento, ayer, cuando se llenó de oscuridad la posibilidad de hacer uso de las mieles de la pírrica mejora laboral al pronunciar Batet —queda derogado el Real Decreto Ley—  palidecieron muchas caras… y mucho más la de Gabriel Rufián, de Aitor Esteban y la de Oskar Matute, que jugaban al falsete en su creencia de que saldría adelante el sí, quedando ellos, así, en posición muy decente, ante su propia concurrencia electoral. La bancada de los partidos Popular y Vox, estallaron de regocijo y emoción, al saber que los currantes seguirían hocicando el suelo… aquello duró poco, —los servicios de la Cámara me informan que queda convalidado el Real Decreto Ley— dijo segundos más tarde, la Presidenta Doña Maritxell.

Uriel el arcángel hizo de las suyas… como para dejar de hacer chistes con las relaciones entre católicos y comunistas ¿No? Galmier Zemog© Vigo, 2022

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