...ligera pluma

Te dejas llevar imaginando ser una pluma ligera, libre, que sientes un fuerte amor cuando el aire te roza rostro y hombros al tiempo que, introduciéndose como un huracán por entre tu propio cuello y el de la camisa rosa que, hoy, has decidido ponerte, provoca en ti un fuerte escalofrío y un involuntario sollozo.

Es raro, hoy, recibir un telegrama, tanto que, una se asusta cuando llaman a la puerta y tras preguntar tu nombre, la repartidora te dice: —Es un telegrama para usted, por favor identifíquese—, nerviosa, te dispones a abrir el sobre que contiene aquel mensaje, atrapada por la calidez que le otorgan los efectos de sorpresa, intimidad e impaciencia…

“Texto: Vuelas, dorado ser inalcanzable, en mi tu aroma, alivio, tenue aliento, grato estímulo. Firmado: Tu misma”

Observas, desde lo alto, aquel tren que nunca ha de volver, las plazas inundadas de rabiosa juventud… rúas fisgando, mujer de profunda convicción, fiel a ti, leve ser, ligera pluma imaginada. ©Baldomero (eu son Galmier Zemog)

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